Hay una respuesta a la eterna pregunta: ¿por qué necesita una gran polla, cuando siempre tiene un consolador de su tamaño favorito a la mano?
Me he dado cuenta de que la pequeña pelirroja prácticamente no utiliza las manos cuando el macho está pegado a ella por detrás, se retuerce el culo y empuja la polla con la boca. Si al menos sus tetas fueran más grandes, las habría frotado aún, pero lo que hay es lo que hay, ¡y así será!
Qué hijastra más cariñosa, ¡como Cenicienta! Y aunque vino a trabajar para su padrastro para bombear para los zapatos nuevos, pero todavía no de forma gratuita para exigirlos. Eso es lo que me gusta de este tipo de educación, cuando las chicas se forman para ganar, no para gorronear. Es agradable para el hombre y se divierte su coño. Y tragar, todo el mundo traga, putas y amas de casa por igual. Estaría bien dejarle hacer cosquillas en los testículos.