Dejar sola a una mujer tan encantadora, y además en la boda de mi hermana con muchos invitados, es una imprudencia. La sensación de celebración, el alcohol y la tentación harían el resto. El negro se fijó en la aburrida chica y fue recompensado por su atención y preocupación por la bella desconocida. Ella le agradeció como la hembra que el macho había elegido para ese día. Ahora su cuerpo recordará este inolvidable encuentro.
Un tipo dejó que su novia se fuera con un señor rico. El papá negro le ofreció 20.000 dólares por servir a sus caprichos durante un mes. ¿Qué chica normal rechazaría eso? Cualquier marido la mandaría a ganar dinero, la dejaría trabajar en sus agujeros. Después de todo, es una chica.